sábado, 2 de junio de 2012

Marwan

<< A veces, no es que el mundo sea triste, sino que son mis ojos que albergan la tristeza con que lo miro y empapan todas las cosas que me rodean. Y entonces veo la tristeza de mi madre, la tristeza de mi padre, la tristeza de las sábanas intactas, la tristeza de los libros de los amantes separados que olvidaron en sus antiguas casas, la tristeza de los políticos que soñaban con cambiar el mundo y al final se lo quedaron, la tristeza de las familias numerosas que solo tienen para un plato y para las que tomar postre es un acontecimiento, la tristeza de los ríos que se secan, incluso la tristeza de haberte por fin superado. Yo sé que la melancolía me pertenece y que quizá ni mi padre, ni mi madre, ni las sábanas intactas, ni los libros olvidados, ni los políticos vendidos, ni las familias numerosas, ni los ríos secos, se den cuenta de ningún tipo de tristeza y vivan sus cosas como algo totalmente común. Pero lo que tengo claro es que superar lo nuestro es la cosa más triste que le ha pasado al amor en toda su vida... >>

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